LA CONTRASEÑA (PASSWORD).

¿Es segura nuestra contraseña actual, o no?

No, por supuesto, ya sé…

Pero es una pregunta que muchos se formulan en la intimidad de su recogimiento interior. 

Por lo general la contraseña es un secreto personal que no se comunica a otra persona, aunque sea la novia o el novio, la esposa o el esposo, el padre o la madre, el hijo o la hija, etc.

Cuando fuí joven tuve que hacer la conscripción militar dos veces,  pues a mí ademas de obligarme a hacer el servicio militar común durante casi un año,  luego un día graciosamente me convocaron a prestar servicio militar obligatorio de postconscripción, y aunque me desagradaba la vida militar, tuve obligatoriamente que estar otros tres años más prestando servicios en el ejército. 

Recuerdo que se usaban bastante las contraseñas.

Por ejemplo, yo estaba de guardia en un puesto con todo el armamento del demonio, y de improviso y sin avisar se hacía presente un alto jefe, por lo común un coronel o un teniente coronel, y para dejarlo pasar – aunque lo conociese –  yo debía pedirle la contraseña luego del:

_ ¡Alto! ¿Quién vive?

El hombre de los galones solía responder:

_ ¡El Oficial de servicio!

o….

_ ¡Su  comandante! ¡ Apártese  soldado raso! ¡Soy Luis XIV!

_ :No, no me aparto nada! ¡Antes dígame la contraseña mi Teniente Coronel, Mayor, Coronel, General  (o lo que fuese), o es mal matambre de hombre muerto!

_ ¡Azul celeste centinela! 

_ ¡No! ¡No es azul celeste! ¡Incorrecto! ¡Por no saberla diez saltos de rana general!

_ ¡1,2,3…,4…,5….5….,6….¡Ay no doy más! ¿Soy el Comandante  del cuartel y tengo que hacer saltos de rana como un recluta? 

_   El que manda en la guardia es el Centinela. Yo doy las ordenes:  ¡Siga o disparo!

_ ¡7….,8….8 y medio, 9…., y 10!

_  ¡Ahora diga el color correcto, o disparo!

_  ¡No se ve en la oscuridad de la noche!  ¡Sí vas a tener que disparar de aquí porque te voy a enviar un año al calabozo! ¿Cómo te atrevés a hacerle hacer salto de rana a un Oficial Superior?  Ahora recuerdo la maldita contraseña: ¡Azul y blanco! Siempre se me olvidan esos dos colores….

_ (Yo le tenía que decir la otra parte de  la contraseña secreta  para que él supiese que yo no era un centinela usurpador, aunque era bastante obvia)  ¡La bandera de la Patria! 

Pero debía estar preparado para cualquier alternativa, porque en esos tiempos de revueltas revolucionarias, el tipo muy bien podría no saber la contraseña, y me podría haber dicho:

_ ¡Un insurrecto! ¡Entrega el puesto a tu general el Che  Corbata  o te liquido imberbe recluta del capitalismo!

_ ¡Qué general o no general! ¡Aquí el que manda es el soldado desconocido del puesto de guardia, una víctima del sistema y de la postconscripción! ¡Y no pasa nadie sin decir la contraseña así sea yo mismo!

Y ahí mismo, no digo que lo hubiese tenido que fusilar, pero sí detener por más que ostentara mil galones y  un millón de estrellas.

Pero la contraseña que nos ocupa pertenece a nuestras cuentas de internet, por suerte no tiene nada que ver con la vida perimida militar.

¿Y para internet qué contraseña es más o menos segura?

¿En esta vida hay algo seguro?

Se dice que una buena contraseña tiene que tener muchos caracteres. 

Se aconseja mezclar letras con números al azar y con símbolos que tenga nuestro teclado de la computadora. Veamos un ejemplo:  &4paterfamilas2$

Se aconseja que conste de varias palabras poco usuales.

Que no tiene que ser una palabra muy usada y remanida.

Tampoco tiene que ser una secuencia de números consecutivos, por ejemplo 123456 porque la deducen en pocos minutos.

Tampoco tiene que ser una palabra y otra que sea su permuta como ser casa asac.

Que no conviene usar nuestra fecha de cumpleaños, ni nuestro nombre o apellido, o nuestro número de teléfono.

Que no debe consistir en una palabra muy común o usada por ejemplo futbol.

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